_ ¿Sabías que los magos que visitaron a Jesús cuando era niño, no estuvieron presentes el día de su nacimiento?
_ ¿De dónde sacaste eso?
_ Lo leí en un libro hace poco.
_ Está equivocado el autor.
_ No, estamos equivocados nosotros.
_ Pues mira que ese autor está inventando, porque ese pasaje está en la Biblia, y desde hace mucho lo vemos en los dramas de navidad.
…..
Esta es una conversación que presencié hace poco ¿Será verdad que los reyes magos no estuvieron el día del nacimiento de Jesús?, escribe tus comentarios, los voy a estar esperando.
Quizás alguna vez te has encontrado formando parte de alguna conversación como esta, donde alguien te dice que algo en lo que has creído por tantos años es una mentira.
¿Cuál es la primera impresión que tenemos cuando eso sucede?
_ ¡Estas equivocado, creo en eso desde hace mucho!
Pero cuando es algún principio en el que crees y piensas desde hace mucho que es bíblico entonces piensas:
_ ¡Pues este me viene con una falsa doctrina!
¿Cómo te sientes cuando la propia Biblia te muestra que estas equivocado? Solo puedo decir que yo misma me dejé engañar al permitir que otro diera una interpretación de un pasaje y yo lo aceptara, sin antes pedirle al Espíritu Santo que me ayudara a interpretar de la manera correcta. Por muchos años los reformadores lucharon para que la interpretación de la Biblia no solo fuera por un grupo, sino que todos los creyentes la pudiésemos interpretar, y me pregunto:
¿Por qué entonces hoy creemos lo primero que nos dicen?
Y lo más triste es que lo aceptamos sin más. Son tiempos convulsos, Jesús en el evangelio de Marcos capítulo 13 en el verso 22 nos enseña que incluso los escogidos van a ser engañados. También nos mandó a escudriñar las Escrituras (Juan 5:39).
Es tiempo de prestar atención, de examinar lo que hemos aprendido hasta hora y filtrarlo por la palabra de Dios, aprovechémosla que la tenemos hoy, mañana pueda que sea ilegal tener una.
¿Qué cosas te han enseñado y las aceptaste como ciertas sin verificar son correctas o no?